Comúnmente se cree que las bufandas y pañuelos son accesorios casi exclusivos para mujeres, pero la verdad es que estos artículos han servido para adornar los cuellos de muchos hombres desde que el ser humano es capaz de tejer o fabricar telas; aunque las opciones eran limitadas y en últimas, lo más elegante y apropiado siempre fue la corbata. En un principio su uso fue impuesto por grupos de artistas bohemios, músicos, escritores… ñoños… pero en la actualidad estos accesorios los hacen ver muy masculinos y modernos.
Hoy existen tantas opciones que muchas veces los hombres se aturden y optan por descartar su uso, en aras de no complicarse (actitud característica del género). Pero otros si hacen la labor de observar y buscar unas buenas opciones que, además de cubrirlos del frío, les proporcione elementos para crear un estilo propio y también sustituir la corbata.
Se relaciona una bufanda con un estilo informal la mayoría de las veces, pero no necesariamente debe aparecer sólo los fines de semana, con jeans, o los pantalones de dril, como en el caso de las Jattas marroquíes, las bufandas de lana, algodón, el estampado escocés Burberry o un cuello cerrado. Con trajes formales y semi-formales también existen bufandas apropiadas, como las tejidos de punto, el fular de lana fina, lino o cachemir, aunque en estos casos hay que cuidarse de no sobrecargar el outfit, pues no hay que perder el principio de la elegancia «menos es más». Para los códigos de vestuario más formal aún, como el Smoking por ejemplo, se ve muy bien llevar una bufanda de seda al igual que con los abrigos largos de noche y en climas muy fríos.
En cualquier caso estos «trapitos», lejos de complicarlos, los va a complementar, además de ser un accesorio cómodo y funcional.
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Fotografías: Pinterest
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