¿No les ha pasado que ven a alguien realmente lind@ y… abre la boca y daña todo? Ultimamente he reflexionado acerca de la forma como hablan las personas, después de intercambiar algunas palabras con una mujer que conocí en un evento reciente. Ella era muy bonita, pero me molestaba que por cada 6 palabras que pronunciaba, 4 eran groserías. Ella estaba tratando de ser amigable y sinceramente pienso que tenía cosas buenas que decir, pero ese detalle me distraía mucho.

Hoy más que nunca estamos acostumbrándonos a recibir mensajes muy gráficos por medio de fotografías que invaden todas las redes sociales y sobretodo en cuanto a la imagen. Vemos niñas muy lindas mostrando su mejor ángulo en instagram, con ropa hermosa, revelando su buen gusto para la moda. Hombres igualmente atractivos que muestran outfit espectaculares. Pero desafortunadamente muchas de esas personas no saben hablar bien.

En nuestra cotidianidad es normal que hablemos informalmente, pero hoy en día es más normal hablar con insultos. Y es que estoy convencida que estamos confundiendo «vulgar» con «coloquial». Es muy feo es ver a una mujer exponiendo sus ideas con groserías. Es lo más anti-femenino del mundo. Y así los hombres digan que no les importa, cuando conocen una mujer que se expresa bien, usa palabras lindas y deja ver su inteligencia por medio de lo que dice, es mucho más atractiva. Y pasa lo mismo con los hombres. Si realmente queremos marcar una diferencia importante frente a un grupo de personas, esforcémonos por evitar palabras soeces y más bien aprendamos a expresarnos.

no se trata de alardear con nuestras capacidades intelectuales (aunque es la mejor herramienta). Se trata de lograr ser agradables y llevar conversaciones que enriquezcan las relaciones, que aporten y que abran puertas de nuevas oportunidades. No sabemos si en esa fiesta, por ejemplo, estén personas que nos puedan ofrecer una plaza laboral importante para nuestra carrera. No sabemos si en el baño de ese restaurante esté la gerente de la empresa en la que queremos trabajar, o si en el aeropuerto nos está escuchando el futuro padre o madre de nuestros hijos mientras hablamos por celular.

Por eso es necesario ejercitarnos para lograr expresarnos mejor cada vez. Pensar antes de hablar es el primer paso, pues la mayoría de las veces nos dejamos llevar por la emoción del momento si percatarnos del lugar y las personas con las que estamos. Siempre es bueno decir lo que pensamos pero hay formas correctas y sutiles para cuidarnos de no ser imprudentes y ofender a alguien.

Pensar, escuchar, leer, escribir, son herramientas que tenemos para enriquecer nuestro vocabulario, y explorar nuevos temas que nos pueden servir cuando entablemos futuras conversaciones. No quiere decir que no podamos equivocarnos al hablar, pues no se trata de ser perfectos sino de proyectar lo mejor de nosotros cuando nos expresamos. Hagamos el esfuerzo por explicar bien lo que estamos pensando y evitar ser mal interpretados. No centremos las conversaciones en nosotros mismos y llamemos a las personas por nombre propio, pues es un acto de respeto.

Por último, no tengamos miedo a hablar, y sobretodo a decir palabras bonitas que, aunque muchos piensen que es cursi, ese detalle revela lo que hay dentro de nosotros.